Los 5 lugares que no te puedes perder de la Semana Santa en Sevilla

La Semana Santa de Sevilla es un evento cristiano que tiene lugar entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección y celebra la pasión, muerte y resurrección de Cristo. En 1980 obtuvo el reconocimiento de Interés Turístico Internacional.

Las hermandades realizan múltiples rituales internos a lo largo del año, incluyendo novenas y besamanos a sus imágenes, pero el punto culminante es la procesión. En sus comienzos, las cofradías de Sevilla realizaban estaciones de penitencia hacia iglesias o conventos cercanos a su sede.

Los mejores lugares para ver la Semana Santa de Sevilla

En el corazón del Casco Histórico de la ciudad, donde tienen lugar las procesiones y se congregan las iglesias y cofradías, se encuentra la Cuesta del Rosario. Aunque su pendiente es apenas perceptible, es un lugar muy concurrido durante la Semana Santa, transitado por numerosas cofradías como San Pablo, San Benito, la Sed, la Exaltación, la Macarena o San Isidoro.

La Plaza del Salvador, con la segunda iglesia más grande de la ciudad como telón de fondo, ofrece un escenario magnífico para contemplar las procesiones. Además de hermandades como Las Penas, Vera Cruz, la Candelaria, la Lanzada o los Negritos, que pasan frente a este templo, su monumentalidad añade un toque especial a la experiencia cofrade.

El Puente de Triana, símbolo emblemático y frontera entre barrios, es un lugar imprescindible para ver las cofradías que llegan desde Triana. Además de su belleza fotogénica, es testigo de las levantás de los pasos, que convierten la leyenda en realidad.

La Alfalfa, con su sabor cofrade innegable, ha sido históricamente un lugar de paso para diversas cofradías, especialmente las que provienen del este y centro de la ciudad, como San Benito, San Esteban o San Bernardo.

Otro punto importante para observar las cofradías es la Calle Argote de Molina, conocida como la Cuesta del Bacalao, donde algunas hermandades inician su camino de regreso. La Cena, la Amargura, Santa Marta, el Cerro, los Panaderos, Pasión o la Trinidad son algunas de las cofradías que suben esta calle.

Procesiones en 2024

El Domingo de Ramos en Sevilla marca el inicio de una semana llena de emociones, con las calles vibrando al paso de las procesiones y el sonido de los nazarenitos blancos resonando como un tambor que anuncia los días de gloria por venir. El Lunes Santo, es un día de contrastes, donde se contempla a Cristo retorciéndose en la Cruz en la Hermandad del Museo, mientras su Madre lo observa con dolor.

El Martes Santo es el día del barrio, cuando las calles cobran vida con la procesión de la Palomita de Triana en la Hermandad de San Benito. El Miércoles Santo, Cristo parece implorar agua para calmar su Sed en Nervión, mientras las hermandades de las Siete Palabras recorren las calles.

El Jueves Santo, las procesiones recorren los barrios de la ciudad, desde Recaredo hasta Los Remedios, pasando por la antigua fábrica de tabacos. La Madrugá en Sevilla es un momento único, donde las hermandades del Silencio, el Gran Poder, la Macarena y los Gitanos conmueven los corazones con su paso solemne.

El Viernes Santo, aún se escuchan los últimos sones tras el palio de la Esperanza de Triana, mientras las hermandades como la O y el Cachorro recorren las calles con devoción. El Sábado Santo, la ciudad se prepara para la Soledad de San Lorenzo, un día trinitario y servita que invita a disfrutar de los últimos momentos de la Semana Santa.

Finalmente, el Domingo de Resurrección llega con la Pascua de la Resurrección en el rostro de la Virgen de la Aurora. Es un día de recogimiento y alegría, donde se recogen las últimas marchas de Cristo y se despide la Semana Santa hasta el próximo año.

Historia

En el siglo XVI, las cofradías de pasión o penitencia surgieron como asociaciones devotas dedicadas a venerar la pasión y muerte de Cristo, consolidándose con salidas procesionales.

Durante el siglo XVIII, la Semana Santa experimentó una crisis debido a la situación económica y demográfica de Sevilla. En el siglo XIX, la invasión francesa y los cambios políticos y sociales afectaron a las procesiones, reduciéndose considerablemente la participación de las cofradías.

A finales del siglo XIX, con la restauración borbónica, las cofradías resurgieron con fuerza y comenzaron a considerarse un atractivo turístico para la ciudad. Durante este período, se revitalizó la Semana Santa, y en 1870 salieron en procesión once cofradías, marcando un nuevo auge.

En el siglo XX, la Segunda República trajo consigo tensiones políticas y sociales que afectaron la celebración de la Semana Santa. En 1932, las hermandades decidieron no salir en procesión, aunque hubo excepciones como la Hermandad de la Estrella.

En 1965, el cardenal Bueno Monreal aprobó la realización de la misión general, que llevó a algunas imágenes titulares a barriadas lejanas de la ciudad. Esta iniciativa contribuyó a la expansión y revitalización de la Semana Santa.